HOTEL ATLANTIC MAGNA EN MARRUECOS
Los terrenos sobre el que actuamos presentan una superficie de 2.235 M².
La superficie construida total computable a efectos de edificabilidad es de 7.850 M².
La idea principal era crear un edificio que no pareciese un intruso en este entorno sino que se encontrase descansando entre los acantilados mientras que se abre paso al mar e integrándose a la topografía existente del sitio.
Sobre un acantilado con vistas plenas al mar, crear una pared, que sirva como un anfiteatro para la contemplación y el relax. Un muro de piedra camufla al edificio en su implantación sobre el entorno, un muro de cristal refleja el paisaje y permite que este desaparezca como mimetizándose con el edificio.
Una ubicación tan privilegiada no podría ser desaprovechada. Se debe tomar en cuenta que al encontrarse en una zona elevada y cerca del mar, las vistas panorámicas que se tienen son excepcionales. Por lo que se buscaba en todo momento que el hotel se abriese al mar y sus vistas.
Un proyecto fascinante por la complejidad en su ejecución y por su vanguardismo en la idea. Su original integración en el paisaje, la extraordinaria y versátil fragmentación de volúmenes y la atrevida disposición del complejo lo convierten en un proyecto paradigmático.
VISION DEL TRABAJO DE ARQUITECTURA:
Estos arquitectos en Marruecos se han encontrado antes el reto de intervenir en un lugar muy particular y especialmente atractivo: junto a un acantilado y en primera línea de playa en Tánger. Estas premisas han condicionado el proyecto haciéndolo aún ms atractivo y singular.
El conjunto no se eleva por encima del acantilado, respetando las vistas de los hoteles que se sitúan por encima de él. Así mismo, desde su posición, todo está proyectado con la intención de sacar el máximo partido a las inmejorables vistas que tiene. Para aprovechar el espacio y no extenderse en planta, las piscinas se sitúan en cubierta.
Los arquitectos han diseñado el edificio como una pieza que se va adaptando a las diferentes cotas y va escalonándose junto al acantilado. Han elegido los materiales de forma inteligente, jugando con el entorno y entrando en diálogo con él. La piedra ayuda a la integración con el acantilado y el vidrio con sus reflejos.
Es muy significativo el gesto en la fachada de un gran prisma a modo de mirador que vuela, proyectando una larga sombra. Este elemento contribuye a completar una fachada con mucho movimiento y muy cambiante por el juego de luces y sombras.
El desarrollo de las diferentes tipologías de habitaciones del hotel completa un proyecto muy elaborado para Marruecos. Habitaciones diseñadas de tal forma que los pasillos de acceso corren por la cara del acantilado, permitiendo que todas las habitaciones se puedan abrir al mar. Las zonas comunes del hotel en Marruecos se sitúan en la cubierta del conjunto.