COMPLEJO RESIDENCIAL COLINAS DE CAMPOAMOR

El terreno sobre el que actuamos presenta una superficie de 25.000 M².

La superficie construida total es de 4.100 M² sobre rasante y 1.200 M² en sótanos destinados a aparcamientos y trasteros.

Proyectamos un Complejo con dos edificios plurifamiliares compuesto por un total de 24 apartamentos y 15 viviendas unifamiliares distribuidas en 10 viviendas pareadas y 5 viviendas aisladas, todo ello en primera línea de golf.

La composición se divide en dos zonas claramente diferenciadas con un solo acceso controlado, donde los edificios se separan mediante una zona verde y el vial interno, que comparten el contexto en igualdad de condiciones tratando de no obstruirse las visuales hacia el campo de golf.

VISION DEL TRABAJO DE ARQUITECTURA:

El complejo residencial COLINAS DE CAMPOAMOR, Alicante, es un proyecto de curiosas características marcado por la diferentes tipologías de edificios de viviendas que se encuentran en la misma parcela e incluso que comparten zonas comunes. Dos bloques de vivienda unifamiliar colectiva, 10 viviendas pareadas y 5 unifamiliares exentas. El reto de este trabajo reside en la ordenación de la parcela para que cada vivienda pueda disfrutar de un espacio libre y no entorpezca a las demás. Consiste en que las diferentes proporciones y los tamaños tan desiguales puedan convivir en un mismo espacio.

Un único acceso controlado, para todo el complejo en Orihuela, Alicante, da paso a un vial de tráfico rodado privado que, con varias curvas, divide las diferentes tipologías, marcando claramente una ordenación del espacio. Los dos grandes bloques quedan al principio, con una gran zona ajardinada de piscina común. A continuación, el terreno se divide en dos grandes zonas: la zona norte para las viviendas unifamiliares exentas y la zona sur para las 10 viviendas pareadas. Cada ubicación de cada pieza está cuidadosamente estudiada para mantener una privacidad adecuada y para tener vistas al campo de golf sin interrumpir las vistas de las demás viviendas.

A pesar de las diferentes tipologías, cada pieza guarda una continuidad estilística que las hace formar parte de un conjunto. Cubiertas inclinadas de teja cerámica, similares gestos arquitectónicos para la formación de balcones o porches son algunos de los ejemplos de continuidad estilística entre las piezas. Todo debe guardar una coherencia, tanto en la imagen como en el uso de los espacios, también muy bien proporcionados.