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Alvar Aalto realizó un sanatorio para enfermos de tuberculosis en la ciudad finlandesa de Paimio. La obra se completó en 1932 e incluyó el mobiliario, entre el que destacó una silla cuyo diseño responde a la búsqueda de la forma óptima para facilitar la respiración a los pacientes en sus muchas horas de descanso en el centro.
Como material, se optó por la madera laminada de abedul, componiendo mediante dos aros el armazón, sobre el que apoya una lámina de madera curvada que genera el asiento y el respaldo.
El material y la forma son una clara referencia a la tradición artesanal nórdica y al paisaje del país, inspiración de toda la obra de Aalto. El sillón mide 60 x 80 x 64 cm y lo comercializa Artek.